lunes, 11 de julio de 2011

GUILLERMO GONZÁLEZ MOSQUERA "EL GOBERNADOR PUSILANIME"


Guillermo Alberto Gonzales Mosquera- circulo rojo-


REMEDIO PARA LA MEMORIA
- QUIEN ERA EL ACTUAL GOBERNADOR DEL CAUCA-

El presidente de Colombia, Ernesto Samper, tiene previsto designar como nuevo embajador en España a un hombre que ha estado relacionado con el narcotráfico. Guillermo Alberto González Mosquera desempeñó durante 42 días la cartera de Defensa en 1997 y tuvo que dimitir abruptamente en marzo por sus presuntos vínculos con un narco prófugo. Él mismo reconoció cierta relación personal con el capo Justo Pastor Perafán.

El futuro embajador en España renunció en marzo, cuando se reveló en Colombia el cobro de un cheque por valor de tres millones de pesos (unas 400.000 pesetas) durante su campaña electoral, remitidos presuntamente por Pastor Perafán. Este capo está acusado de delitos de narcotráfico y enriquecimiento ilícito y entonces era prófugo de la justicia colombiana.El dinero, según dijo entonces el propio González Mosquera, provenía de una cuenta cuyo titular era Luis Fernando Escobar Callejas. El caído ministro no supo precisar si recibió esa cantidad para financiar su. aspiración al Senado en 1984 o en 1989.

Su nombramiento para Defensa a principios de 1997 concitó todas las críticas de EE UU, empeñado en derribar a Samper desde su llegada al poder, en 1994, por la supuesta recepción de donaciones por parte de narcotraficantes. Samper intentó resistir las objeciones de Washington, pero sin éxito. El propio González Mosquera reconoció que conocía a Perafán y que le había ayudado a buscar una plaza en un colegio de Suiza para un hijo cuando estuvo en Ginebra representando a Colombia ante la Organización de Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En aquella ocasión, EE UU declaró a través de su embajador en Colombia, Myles Frechette, que el nombramiento de cualquier ministro que tuviera vínculos con la droga tendría una "reacción muy negativa" de su Gobierno. El escándalo provocó, no sólo su salida de Defensa, sino también la apertura de una investigación penal que fue archivada recientemente por la fiscalía.


Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores revelaron anoche que Bogotá no ha solicitado al Gobierno español el preceptivo plácet al nombramiento de Guillermo Alberto González, un nombramiento que coincide con una renovación del Gabinete que Samper ha comentado, y que suele producirse en Colombia en las fechas de Año Nuevo. Rodrigo Marín Bernal, actual embajador en España, de cuya próxima salida si hay conocimiento oficioso en Madrid, será el nuevo ministro de Transportes, en sustitución de Enrique Rizo Pombo. Será el quinto ministro de Transportes de la administración de Samper. Marín Bernal fue el primer ministro de Desarrollo Económico de este Gobierno del Partido Liberal hasta su nombramiento al frente de la legación en España, a finales de 1996.Carlos Bula, actual embajador de Colombia en Austria, reemplazará a Iván Moreno Rojas al frente del Ministerio de Trabajo, y será el cuarto que encabece esta cartera bajo la presidencia de Samper. Así lo reveló éste al diario Tiempo. Iván Moreno se retira para no crear una situación que inhabilitaría a su hermano, el senador Samuel Moreno Rojas, para ser reelegido en los comicios parlamentarios del 8 de marzo.

Tanto Marín como Bula se han destacado como encendidos defensores de Samper durante la crisis política desatada por las acusaciones de que el presidente financió su campaña electoral en 1994 con dinero del cartel de Cali. Samper formalizará los nombramientos en un consejo de ministros el miércoles, según el Tiempo. Este diario anunció más cambios, aunque sin dar más detalles.



EL CAUCA SOMETIDO





A las 10:30 a.m. del sábado, la explosión de un carro bomba sembró el pánico en este pueblo.

Entre los escombros de lo que era su casa, Ana Delia Pavi se reconforta con que sus dos nietos no hayan sufrido un solo rasguño a pesar de que estaban a escasos metros de la chiva cargada de explosivos y que dejó dos muertos y 65 heridos en una jornada de destrucción que sorprendió a los pobladores de Toribío (Cauca) en pleno día de mercado.

La explosión, seguida de la activación de tatucos, destruyó la estación de Policía, el Banco Agrario, la sede del Proyecto Nasa, la casa cural, la iglesia y dejó en ruinas al menos 500 viviendas.

El atentado se registró a las 10:30 de la mañana. A esa hora, recuerda Ana Delia, se sintieron las primeras ráfagas y uno de sus clientes se quedó a medio peluquear porque en medio de la confusión salió corriendo.
"Primero fueron los balazos y todos corrimos hacia atrás para buscar refugio en los cuartos. Ahí duramos casi una hora cuando sentimos que todo se nos vino encima, la explosión nos dejó aturdidos. Casi me desmayo cuando vi a mis niños llenos de sangre. Era mi yerno el que estaba muy mal, pero a ellos no les pasó nada", dice la mujer, quien se lamenta por la suerte de su pueblo.

"Mi yerno si está muy mal. Algo se le metió por el pecho. Ahora veo que a mí se me cayó un pedazo de oreja y tengo el brazo cortado y golpeado, pero la vida sigue", dice la mujer, mientras mira con nostalgia la ruina en que se convirtieron los ahorros de seis meses de trabajo para adecuar el local de la peluquería.
Sus vecinos silenciosos recogen las latas en que quedaron sus techos de zinc, la poca ropa que lograron recuperar y salen en busca de refugio donde familiares.

"Hacía seis años no vivíamos algo tan terrible. Ha sido más cruel que cuando nos encerraron en nuestras casas diez días", recuerda Fany Pérez.

Locales comerciales, las ventas de la plaza, que a esa hora estaban en pleno ajetreo, quedaron en medio de escombros y vidrios.

Jhon Jairo Noscué, de la Tienda La 13, dice que cuando el techo se le vino encima sintió que había llegado el día. "Un cliente quedó mal herido y no sabíamos qué hacer. Todo fue confusión".

El secretario de Gobierno, Alberto Ospina, dice que no hubo consideración que a esa hora había niños, mujeres y ancianos en el mercado. "Primero fue el carro bomba y luego los tatucos que caían por todas partes. La situación fue terrible".

"Hoy nada se salvó", dice Ospina, mientras coordina las acciones para entregar plásticos para evitar que la llovizna que cae por momentos termine por enfermar a los que quedaron sin donde dormir.




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