Seguramente muchos colombianos nos sentimos indignados con el manejo que el presidente Santos está dando al gobierno, su agenda política desde la primera semana en que tomo posesión ha estado llena de divergencias y contradicciones con el discurso electoral que convenció a la mayoría. A pesar de que los colombianos estamos acostumbrados a las promesas fallidas de los politiqueros, todos concordamos en pensar que lo de Santos no fue una promesa fallida, fue una total mentira, fue el gran falso positivo de la política.
Es natural que todos nos sintamos “tumbados”, el gran señor de la manipulación y de la mentira fue capaz de engañar hasta el propio presidente Uribe, aunque este último hubiera manifestado ya sus sospechas cuando afirmaba que había falsos candidatos que querían abanderarse en la seguridad democrática, al parecer la afirmación no se reducía solo a Vargas Lleras, este último otro lobo con piel de oveja que también engaño a muchos electores.
Después del discurso uribista, pro-institucional, antichavista y hasta religioso no quedaron sino las esperanzas rotas de millones de Colombianos que anhelaban la continuidad del gobierno Uribe, pareciera que Santos se está esforzando en hacer todo lo contrario a lo que decía en sus propagandas electorales, esto lo expresa muy bien el ex ministro Luis Carlo Restrepo cuando afirma que Santos fue elegido con una agenda política (Uribismo) y está gobernando con otra (Liberalismo).
De todo esto no queda sino preguntarse ¿A dónde irá a parar el estratagema Santos? En el presente artículo nos esmeraremos en aclarar cuál es el panorama político que se cierne sobre nuestra amada Colombia.
El objetivo del presidente Santos es solo uno “Pactar con las FARC”, es evidente que todos queremos la paz para nuestro país, pero no queremos una paz a cualquier costo, una paz que implique que aquellos que han desangrado a la patria durante tanto tiempo pasen a gobernarnos, pretende que olvidemos todo el daño y los crímenes que han perpetuado estos asesinos contra nuestros amigos, hermanos y compatriotas, todas las masacres, todos los niños mutilados por las minas. Santos quiere lograr la paz a costa de entregar el país a las FARC.
¿Cómo pretende lograr esto? Empecemos por el principio, a pocos días de su posesión Santos se reúne con Chávez para coordinar el restablecimiento de las relaciones bilaterales, algo totalmente positivo desde el punto de vista comercial, lo malo es que no se reducía solo a esto, Santos promete callar todos los desmanes que está cometiendo Chávez y su irrefutable apoyo a los grupos subversivos a cambio de que Chávez tampoco perturbe sus planes políticos, de que pague la deuda con los empresarios Colombianos, que siga comprando nuestros productos y que provea de combustible a la zona fronteriza. A esto último se suma la confesión a Chávez de las verdaderas intenciones Santistas, el pacto con las FARC va a dar cabida política a la izquierda socialista y pro chavista en Colombia, un punto positivo a los ojos del gobierno vecino, que ha tenido a Colombia como la piedra en el zapato de su proyecto expansionista.
Pruebas del anterior argumento las podemos encontrar en las noticias recientes, en algunas zonas del país ya podemos conseguir combustible financiado por el gobierno Venezolano. La extradición del narcotraficante Makkled a Venezuela y no a USA quien lo había solicitado inicialmente confirma totalmente esta teoría, a esto sumémosle las afirmaciones de Makkled acerca de tener pruebas contundentes de las relaciones de Chávez con la guerrilla y el narcotráfico, ante tales afirmaciones cualquier colombiano hubiera preferido que Makkled mostrara su evidencia en este país o que fuera extraditado a USA donde colaboraría con ese gobierno mostrando tales pruebas. Pero Santos hizo todo lo contrario a lo esperado, silencio a Makkled extraditándolo a Venezuela y desestimo una clara oportunidad de desenmascarar las relaciones que tiene el Chavismo con los dos canceres que afligen al país: el narcotráfico y la guerrilla. Otra prueba fehaciente es la reciente negación del gobierno sobre la existencia de campamentos guerrilleros en el país vecino, en el gobierno Uribe se demostró con pruebas irrefutables la existencia de 87 campamentos guerrilleros en Venezuela, los cuales según Santos y sus ministros desaparecieron mágicamente, sin un solo combate, sin una sola baja, simplemente se desvanecieron en el aire.
Ahora que la primera ficha estaba movida Santos continua su estrategia con la caída del Jorge Briceño, un claro obstáculo para pactar con las FARC por su fuerte componente ideológico y el simbolismo que este representa en la tropa subversiva, a pesar de que a Briceño le estaban siguiendo los pasos desde el gobierno Uribe, Santos autoriza la operación de bombardeo donde el líder guerrillero muere y con esto asegura tres puntos de una sola jugada, primero sube su popularidad con el pueblo colombiano y con su electorado uribista, segundo elimina un posible obstáculo para pactar con las FARC y tercero pone a las FARC en situación de desventaja lo que facilitaría que pactaran con su gobierno.
Pensar que Santos tiene intenciones de pactar con las FARC puede sonar muy descabellado a primera vista, sin embargo vale la pena recordar que fue el mismo Santos uno de los precursores de la zona de distención, también debemos agregar que el líder paramilitar Carlos Castaño en su libro Mi Confesión devela que Santos intento llegar muchas veces a un acuerdo tanto con él, como con los grupos subversivos, todo esto se hizo bajo la mesa del gobierno Samper, y la finalidad de Santos siempre fue la de llegar al poder, aun a costa de sugerir dividir el país y asignar una zona a cada grupo beligerante.
En este punto y posterior a la caída de Jorge Briceño es muy posible que el actual gobierno ya se hubiera comunicado con los altos mandos del grupo terrorista para establecer los puntos sobre los cuales girara el dialogo. Obviamente el primero de ellos era el de detener la ofensiva militar y librar a Alfonso Cano del cerco en el que se encontraba, lo cual se pudo cumplir en el primer intento de liberación del mayor Guillermo Solorzano y el Cabo Salin Sanmiguel, gracias a este despeje malintencionado Alfonso Cano pudo escapar. La siguiente exigencia de las FARC corresponde a la ley de tierras que ya se está adelantando en el gobierno, la cual como sabemos es el objetivo principal de la agenda revolucionaria, y el último de estos puntos corresponde a la ley de víctimas, que pretende desembolsar 70 billones de pesos del presupuesto colombiano para indemnizar a las víctimas del conflicto, que curiosamente incluye a los familiares de los terroristas muertos, curiosamente fueron consultadas para este proyecto de ley las ONG pro-guerrilleras que denuncian crímenes de paramilitares y de estado pero no fueron consultadas ninguna de las ONGS encargada de denunciar los crímenes cometidos por los grupos subversivos. No solo eso sino que ante la presión que estas últimas vienen haciendo en contra de la ley de victimas sus representantes han sufrido una intensa persecución de la izquierda terrorista con el silencio cómplice del gobierno y de los organismos internacionales, prueba de ello es el atentado fallido contra Fernando Vargas (http://avanti-ragazzi-tf.blogspot.com/2011/03/atentado-contra-ferando-vargas.html) y la carta donde las FARC amenazan a Jaime Restrepo-
Finalmente y según sus macabros fines Santos está acomodando las ultimas fichas, que corresponden a la cúpula militar, donde cuidadosamente ha acomodado en el estado mayor a oficiales títeres que sirven de testaferros a sus planes y ha destituido a honorables representantes del fuero militar que se han destacado por la defensa de las instituciones y de la patria. Este punto se viene gestando desde el gobierno anterior donde en ausencia de Uribe se destituyen 27 militares a raíz del escándalo de los falsos positivos, muchos de los cuales eran hombres intachables, que hasta el día de hoy no se les ha comprobado delito alguno, sin embargo no fue gran problema para la alianza Padilla-Santos hermanos en la masonería. Ahora bien, el nombramiento del Almirante Edgar Celly (antiguo jefe de Santos) como comandante de las fuerzas militares, y de Ricardo Briceño como segundo comandante del ejército, el cual curiosamente desactivo los batallones de la frontera. El llamado a calificar servicios al general Matamoros, fuerte defensor del fuero militar es solo otro de los movimientos que pone en jaque la integridad de la institución, de esto solo queda una tropa desmoralizada y perseguida jurídicamente por las altas cortes y la fiscalía encabezada por Vivian Morales ex compañera sentimental del ex guerrillero Carlos Alonso Lucio.
Santos y el Almirante Cely, notese que la gorra de Santos es la misma que usaba en el Caguan
A todo lo anterior solo queda sumarle las continuas acusaciones que se están haciendo a todo lo que haya tenido relación con el Uribismo, esto incluye algunos procesos llenos de irregularidades como el que se está llevando en el caso AIS. Este último punto es tan vital como todos los anteriores, con esto Santos pretende desequilibrar jurídicamente al único opositor político que puede frenar sus planes y a la vez intenta congraciar con la cúpula Fariana.
No podemos saber a ciencia cierta lo que depara el futuro para nuestra amada Colombia, pero definitivamente podemos basarnos en el movimiento de las fichas del ajedrez político para determinar la jugada maestra que pretende dejar el poder en manos de los asesinos de la patria.
CRATESSO
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